domingo, 6 de septiembre de 2009

Gestion de conflictos con directivos: despidiendo a Eto'o.

El paralelismo comunmente usado entre la competición deportiva y la gestión empresarial, tiene algunas enseñanzas interesantes en virtud de lo vivido este mismo verano.
Las estrellas del deporte, sobre todo del deporte colectivo de gran consumo como el fútbol, directivos de alto nivel, generan un movimiento informativo tal, que suelen hacer partícipes al público todos sus conflictos con el presidente o con el entrenador (director general)...
"Mobbing" porque no son titulares y no le cuentan por qué, "Burning" porque se matan a trabajar, mientras que sus compañeros no hacen nada... estos directivos de primer nivel, que cuentan, en la mayoría de los casos, con el beneplácito de los clientes (los seguidores) pueden poner constantemente en jaque a su director (los primeros sacrificados cuando los resultados no acompañan).
No hay diferencias entre deportistas y directivos de empresa, salvo la trascendencia pública de los primeros, que cuando fallan también se vuelve en su contra.
Este verano hemos vivido las traumáticas salidas de algunos directivos, antaño importantes para sus empresas. Sneijder, Robben, Eto'o, Ronaldo, Ibrahimovic, Ribery, Villa han protagonizado procesos de bajas o intentos de éstas, en los que ha habido insinuaciones de mobbing, falta de explicaciones, poca elegancia, supuestas lesiones o bajadas de rendimiento, descrédito entre empresas, ...
Eto'o líder comprometido con su empresa, no tenía la confianza de Guardiola, su Director General. Los éxitos de la última temporada del Barcelona y la situación contractual de Samuel exigian una gestión inmediata de expectativas. Con el 9 en el Barça las nuevas exigencias salariales en virtud de los éxitos cosechados, acabaría por romper el equilibrio. Ha sido un ejercicio de gestión interesante, habida cuenta de que se contraponían dos intereses favorecidos por el cliente, tanto Guardiola como Eto'o jugaban con viento a favor con el seguidor, por lo que la trascendencia, en la balanza del sentimiento culé, de las manifestaciones del entorno de Samuel no han tenido el efecto esperado.
Si no conoces las expectativas de tus trabajadores, difícilmente podrás satisfacerlas o tomar decisiones para encauzar sus posibles repercusiones.
El conflicto de Contador-Armstrong-Bruyneel está en la base de la gestión de expectativas. Sin la definición de los roles y las responsabilidades, en la indefinición del liderazgo formal, los resultados para Astana han sido buenos en el cotro plazo, pero desastrosos para el futuro, por consiguiente de "Desarrollo Insostenible".
Lo más significativo, ha sido lo mal que se han gestionado las relaciones con los clientes a través de los medios de información. A nadie escapa, a partir del último tercio de Tour que, Bruyneel era consciente desde un principio que el líder formal debía ser Contador, pero su futuro profesional y su presente de amistad estaba ligado a Armstrong, aquí no hay que buscar más... al final de la temporada todo roto para Astana: Bruyneel y Armstrong montan un nuevo equipo mientras que el Gladiador Contador quiere cambiar de aires.
Si el Director General de tu empresa no toma decisiones, los resultados presentes pueden ser buenos por el empuje de los empleados, pero el futuro próximo está comprometido.

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